Desde hace tiempo se habla de la importancia de la artesanía en la moda. Diseñadores de renombre colaboran con artesanos para crear piezas únicas y medios de comunicación especializados definen un producto hecho a mano con adjetivos como ‘lujoso’ o ‘exclusivo’. Pues bien, la artesanía ligada a la indumentaria tradicional es menos conocida pero es de tal calidad, creatividad, riqueza y belleza que merece la pena darle mucha más visibilidad y reconocimiento.
Ejemplo de ello es el magnífico trabajo de la artesana sueca de etnia Sami, Lova Isabelle Lundberg. Ella realiza accesorios (bolsos, calzado, joyería…) y bordados espectaculares basándose en la cultura Sami pero aportando también su personalidad y estilo propio.
A la izquierda, la diseñadora Lova isabelle Lundberg. A la derecha, bolso con bordado Gierkie.
A grandes rasgos, los samis son un grupo étnico indígena que habita en una región conocida como Sápmi, que se extiende por Suecia, Finlandia, la península de Kola en Rusia y el norte de Noruega, este último país es además, donde la comunidad Sami es más numerosa. Actualmente, existe un movimiento creciente para revitalizar las lenguas y tradiciones samis, y promover la cultura Sami entre las nuevas generaciones. Y Lova Isabelle es un ejemplo de ello.
Los comienzos no son coser y cantar
La forma en la que Lova Isabelle llegó al mundo de la artesanía fue totalmente circunstancial. “Cuando era niña realmente no sabía si quería dedicarme a la artesanía, pero me sentía bastante creativa cuando era adolescente aunque no sabía realmente lo que estaba buscando. A los 18 años, mi tía me mostró cómo hacer un par de cordones para zapatos. Ahí fue cuando me enganché a la artesanía tradicional Sami del sur o Vätnoe”.
Más tarde la suegra de su tía, Christine Rensberg, le enseñó a coser peltre (un metal maleable y dúctil) pero también otros conceptos más importantes. “Aprendí cómo empezar un proyecto y lo importante que es el trabajo preparatorio. Recuerdo que hablamos de diferentes trabajos y de lo importante que es no trabajar demasiado, por ejemplo, no hacer toda la decoración que puedas o quieras hacer en un mismo trabajo. Se me ha quedado grabado y suelo pensar en limitar lo que hago en un bolso, por ejemplo”.
A izquierda y a la derecha, dos bolsos realizados artesanalmente por Lova Isabelle Lundberg.
Coser peltre le resultó difícil y decidió cambiar. “Mi madre había cosido con cuentas antes y tenemos muchas de ellas en la familia, así que pensé en intentarlo y quedé totalmente enganchada. Recuerdo haber cosido un pequeño llavero y luego un Boengeskuvmie -un tipo de cuello que se pone debajo del vestido tradicional-. Es un trabajo bastante grande y me alegro de haberlo hecho”. Y continuó con ello. “He aprendido por mi cuenta a coser con rocalla. He practicado muchas horas y cometido todo tipo de errores que me enseñaron lo especial que es esta labor. También creo que es divertido descubrir cómo hacer las cosas y cómo resolver los diversos problemas que van surgiendo”.
Siempre hay algo nuevo que aprender
Pero su inquietud por aprender iba en aumento y decidió experimentar con nuevas técnicas, materiales y formas. “Eso ocurrió especialmente cuando fui a Sámij åhpadusguovdásj (el Centro de Educación Sami, en la ciudad sueca de Jokkmokk). Allí tuve que trabajar la plata, la raíz o la piel de foca. Unos materiales con los que nunca antes había trabajado y que creo que fueron muy divertidos de probar”. Ha realizado piezas en las que ha combinado éstos y otros materiales. “También he seguido trabajando con aquellos después de la educación, especialmente con la plata. Tengo un pequeño taller que compré y uso a pequeña escala. Desafortunadamente, en este momento está guardado y estoy buscando un lugar para instalarlo”.
A la izquierda, aplicaciones en peltre sobre traje tradicional. A la derecha, cinturón. Ambos de Lova Isabelle Lundberg.
La investigación y el aprendizaje continuado es importante para la artesana. “Siempre quiero desarrollarme y eso es lo que me impulsa en mi creación. Actualmente trabajo como profesora y aprendo todos los días de los alumnos y de otros profesores sobre Vätnoe en otras áreas”. Por supuesto, siempre con la cultura Sami como brújula. “Sobre todo de la zona Sami del sur, a la que pertenezco, por lo que sólo coso artesanías de esa zona”.
La tradición está adquiriendo cada vez más relevancia y eso ha sido gracias a los artesanos como Lova Isabelle cuyos artículos pueden combinarse fácilmente con prendas actuales. Tanto es así que ya grandes cabeceras especializadas están empezando a apostar por lo tradicional. “Hay buenos ejemplos de esto en la parte Sami de Noruega. Por ejemplo, los diseños de la firma Gobmi. Tienen una expresión muy actual que hunde sus raíces en la cultura tradicional Sami”.
Bolso con bordado geométrico de rocalla y piel de reno.
Los accesorios de Lova Isabelle Lundberg destacan por su originalidad, calidad y formas. Tanto la forma como el patrón de sus bolsos se inspira en piezas tradicionales de la indumentaria Sami y para la decoración, “utilizo cuentas de vidrio (rocalla) de tamaño milimétrico. Con ellas bordo en tela de lana. El bolso en sí es de piel de reno curtida”.
El bordado Gierkie
Si, el bordado Gierkie -como se denomina al bordado de rocalla- es un impresionante y minucioso trabajo con el que se suele dibujar formas geométricas. “Varios dibujos que coso con las cuentas están inspirados en los patrones de trenzas tradicionales Sami del sur que se ven a menudo como decoración en artículos utilitarios, como cuchillos. Las diferentes formas tienen un contenido y un significado ligeramente diferentes”. El proceso de bordado Gierkie es muy laborioso “Se necesita mucha paciencia y experiencia. Coser un bolso lleva entre tres y cuatro semanas, dependiendo de cuántas cuentas use en el patrón”.
A la izquierda y a la derecha, dos modelos de Baarkaldahke realizados por Lova Isabelle Lundberg.
Otro de los accesorios más llamativos que realiza Lova Isabelle es el Baarkaldahke, una pieza muy característica de los Sami del sur. Es un adorno para el cabello que consiste en seis borlas grandes de hilo de lana azul, burdeos y rosa, algunas borlas más pequeñas y una tira de piel para atar en el pelo. Este accesorio, además, Lova Isabelle lo enseña a hacer a aquellos samis que quieren aprender a hacer artesanías sami.
Eso sí, en sus Baarkaldahke, la selección de colores que elige la artesana está muy pensada con resultados elegantes y sorprendentes. “Me inspiro en el arte, el diseño y muchas cosas más. Si encuentro una combinación que me gusta, puedo buscar durante mucho tiempo cuentas e hilos que combinen”.
La tecnología como aliada
Para los artesanos locales, Internet se ha convertido en la principal plataforma de venta y promoción. “Supongo que hoy en día es más fácil. En el pasado probablemente dependías más, por ejemplo, de los mercados. Las redes sociales son absolutamente una excelente manera de correr la voz y conectarse con los clientes”.
Y ahora que hay un mayor interés y la gente valora más la artesanía, su importancia es aún mayor. Además, el la web y el perfil de Instagram de Lova Isabelle Lundberg no sólo hay bolsos o Baarkaldahke, también hay cinturones, botas o prendas textiles bordadas inspiradas representativas de la artesanía Vätnoe o Sami del sur. “Necesitamos que nos vean. Necesitamos más comprensión para poder vivir y practicar nuestra cultura”.