En la zona norte de España el interés por la indumentaria tradicional va en aumento, ya sea en su forma más ortodoxa como en la que sirve de inspiración para crear artículos originales. En este último caso se encuentra RingoRango, una firma de moda creada por Llucía Miravalles que toma el traje tradicional asturiano como referencia y, a partir de él, crea sudaderas, faldas, bolsos… sin perder la esencia del traje tradicional del Principado. Curiosamente, a Llucia, siempre le ha atraído más la ropa tradicional que el folclore en sí. “Desde pequeña me gusta mucho la costura y el hecho de que podamos mostrar de donde somos a través de la ropa que llevamos, siempre me resultó fascinante. Históricamente además, siempre hay margen a revisión ya que el traje se ha ido adaptando a las modas de cada época”.
A la izquierda, faltriquera y, a la derecha, top Niévares.
RingoRango se encuentra en una zona rural de Villaviciosa, y nació como un taller centrado en la indumentaria tradicional pero Llucía quiso dar un paso más allá. “La inquietud y las ganas de crear cosas nuevas me llevaron donde estoy ahora”. Llucía se encarga de sacar adelante la producción aunque a veces cuenta con la colaboración de otros talleres, costureras, y de artesanas de la zona “aunque no siempre es fácil coordinarnos para poder trabajar juntas”, apunta la diseñadora.
Fuente inagotable de experimentación
¿Cómo es el traje tradicional asturiano? El que actualmente se usa en grupos de danza tradicional y en festividades destacadas tiene su origen en los siglos XVIII y XIX y era el traje usado por las clases acomodadas y las gentes llanas de la sociedad. Aunque existen diferencias en los trajes de las diferentes zonas de la región, hay algunas piezas que son definitorias como la saya o falda, el mandil o delantal, la camisa blanca, el justillo o corpiño, el dengue (pequeña capa de paño decorada con bordados de azabache y flecos del mismo material), la faltriquera y el pañuelo. Algunos de ellos han inspirado a Llucía para crear piezas más funcionales adaptadas a los gustos de hoy.
O también reinterpretadas, para crear otras piezas cuyo uso es diferente al primigenio. “Mis propuestas son totalmente diferentes al traje tradicional. Entiendo que el traje de gala sigue teniendo sus momentos y ahí, debemos vestirlo entero y correctamente pero las prendas de RingoRango son algo que te puedes poner todos los días”.
A la izquierda, sudadera y a la derecha, mochila realizada con lo que anteriormente era una faja.
Su firma no se centra en modernizar el traje sino simplemente, en crear prendas modernas inspiradas en la tradición… “pero sin ninguna intención de sustituir a la indumentaria tradicional”. Llucía ha modernizado las faltriqueras, el xustiyu y los delantales; ha convertido la faja en mochila y el pañuelo lo ha forrado de borreguillo para que sea más abrigado en invierno… “Nunca se sabe qué nuevas ideas van a surgir, pero siempre sale algo. Ahora mismo estoy trabajando en unas sudaderas que imitan las sayas de ‘insiertu’, que son las faldas que llevamos en Asturias hechas de varios colores”.
Historybounding… ¿por qué no?
La diseñadora también apuesta por la utilización de prendas del traje tradicional combinándolas con prendas modernas. “Siempre he defendido el uso de las piezas tradicionales en looks más modernos porque son piezas de gran valor y tienen mucho trabajo detrás. Es una pena que se pasen la mayor parte del año en el armario”.
A la izquierda, diversos modelos de faltriquera y a la derecha, delantal.
Al hilo de lo anterior hay que puntualizar que a lo largo del año, no hay muchos días festivos y que, las circunstancias de cómo nuestros antepasados vestían los trajes tradicionales han cambiado mucho por ejemplo, “no tenemos el mismo clima ahora que hace cien años y tampoco realizamos las mismas actividades cuando nos ponemos el traje, así que creo que debemos repensar algún aspecto del traje para facilitarnos las cosas cuando nos vestimos, por lo que mi idea no es tanto modernizar el traje sino adaptarlo a los tiempos en los que vivimos”. Por lo que, si el traje tradicional aporta identidad en un día de fiesta, las prendas de RingoRango aportan eso mismo pero en tu vida diaria.
Pequeño es sinónimo de sostenible
Para muchos diseñadores, la indumentaria tradicional se convierte en un referente para crear algo sin perderse en esta era donde prima la globalización y la rapidez. “Las raíces siempre están ahí para agarrarnos cuando estamos un poco perdidos en el mundo global. Estamos en una etapa parecida a la de finales del siglo XIX, cuando nació la indumentaria tradicional, porque la gente también se veía perdida en un mundo que cada vez se hacía más global”.
A la izquierda, pañuelo indiana y a la derecha, cuello de doble cara.
Además, al producir en pequeñas cantidades se está ayudando al medio ambiente. “Creo que actualmente, toda marca pequeña es de por sí sostenible. En RingoRango no hay excedentes de producción, además son prendas a las que les coges un apego especial por lo que significan así que las vas a tener en el armario por muchos años”. En general, la reacción de los asturianos y asturianas ha sido muy positiva y, lo que más le ha llamado la atención a Llucía ha sido la cantidad de clientes que viven fuera de Asturias y visten RingoRango porque eso, “les hace sentir un poco mas cerca de casa”.