Cuando las hermanas Sandra y Rocío Alvite Ferreiro junto a su prima, Marisol París Alvite le propusieron a la artesana Maruja Torre Quintáns” que se uniera a Trenzarte, no se lo pensó dos veces. El objetivo de esta asociación es luchar -mediante talleres y presencia en ferias- para que los trabajos de cestería en Galicia no se pierdan. Y uno de los accesorios en los que más se ha centrado su labor ha sido el Sancosmeiro llamado así porque tiene su origen en el concello de Mazaricos (en concreto de la localidad de San Cosme de Antes) y en el Concello de Outes. «En el único que a día de hoy está asegurada su pervivencia es en Mazaricos -cuentan desde la asiciación- porque ya se han formado varias generaciones para asegurar su continuidad».
Pero pasemos a conocer las características de este funcional tocado usado por las mujeres que trabajaban en el campo para evitar que su piel se quemase por el sol o se mojase con la lluvia (por la forma de coser las trenzas de paja, es impermeable) y que también les servía como soporte para transportar sobre su cabeza canastos llenos de hierba, frutas, pescado u otros productos. “El Sancosmeiro es un sombrero cuya particularidad radica en su diseño -describen desde Trenzarte-. Consta de una copa plana, llamada tampo, que ayuda a sujetar los cestos manteniendo las manos libres. También se caracteriza por tener una ala muy ancha. Se puede hacer de cualquier tipo de paja: trigo, centeno, cebada… aunque el centeno es más blando de trabajar y la paja es más clara. La paja la cosechamos nosotras mismas, no es algo que se pueda comprar en una tienda, por lo que sementamos nuestras fincas de centeno y lo recogemos a mano, lo secamos al sol y, después de limpiarlo, lo trenzamos a mano. Es un proceso totalmente artesanal. Para el Sancosmeiro, y todas las demás piezas que elaboramos, utilizamos trenza de cuatro pajas (de centeno) de picos que es la más tradicional de nuestra zona y por eso, queremos mantenerlo”.
Uno de los elementos decorativos más llamativos del Sancosmeiro es su ancho lazo de color negro que cae sobre la espalda y que tiene otra función aparte del decorativo. “Es un espantamoscas. Cuando la persona que lo porta va caminando, el lazo se mueve y espanta los insectos. Solía ser negro porque antaño los lutos familiares eran tan largos que se ponían en color negro”.
Los talleres de Trenzarte
En Trenzarte se llevan a cabo dos tipos de talleres. “El primero son pequeñas sesiones, de una o dos horas de duración, centradas en la familiarización con la técnica. Aquí los participantes aprenden a trenzar y realizan una pieza pequeña como recuerdo, como una pulsera o unos pendientes -puntualizan-. El segundo curso, que podría considerarse de especialización, tiene una duración de seis horas al mes durante tres meses. En estas clases se aprende a elaborar un Sancosmeiro desde el inicio. les explicamos cómo conseguir la materia prima: la siembra, la recolección de la paja, su limpieza, su clasificación… para luego enseñarles a trenzar y coser para dar forma al Sancosmeiro”.
Aunque el elegante sombrero sigue siendo muy utilizado en las labores del campo, su uso está calando en otros ámbitos gracias a la moda. “El auge de este complemento para eventos como bodas o comuniones hace que sea mas conocido -finalizan desde Trenzarte-. Nosotras apostamos también por la diversificación: con la misma técnica, realizar otros accesorios como bolsos, cinturones, collares… que son más versátiles para el día a día. La recuperación de lo tradicional, la puesta en valor de lo artesano y lo rural, el aumento de la visibilidad y el impacto que permiten las Redes Sociales…hace que la moda se contagie y empiece a incorporar estos elementos tradicionales. El folclore y todo lo que atañe a nuestra cultura son sin duda valores a perpetuar y conservar y cada vez somos más conscientes de su importancia”.