Hace años, el municipio de Pradoluengo, en Burgos (España) estaba lleno de pequeñas industrias textiles. Hoy, en la zona sólo queda Artelan. Santiago Hernando Abad es su artífice y nos cuenta cómo sigue en la brecha a pesar de los inconvenientes. “Antes había muchas ofertas relacionado con la industria del tejido artesanal: había tintes, había hilaturas, había más telares y ahora, el único que queda soy yo y claro, ya no quedan ni tintes, ni quedan hilaturas ni queda nada… En estos momentos estoy bien suministrado pero sí que ha habido épocas en las que me he tenido que buscar la vida… Ir a Cataluña o a Portugal a ver quién me haría las cosas. Ahora estoy bien, pero nunca se sabe si dentro de cuatro días o dentro de cuatro meses tengo que empezar otra vez la búsqueda. También te digo una cosa, estoy entrando en una edad que ya no tienes tampoco … No digo la ilusión porque la ilusión siempre la tienes pero la motivación ya no es tan fuerte”. Esperemos que la desilusión y la desmotivación no hagan mella en él y siga hasta su jubilación bien merecida porque sus paños son ampliamente alabados no sólo por grupos de danzas tradicionales sino también por artistas como Mila Dolz que encuentran en ellos la calidad que estaban buscando.
Los tejidos de Artelan permiten ser trabajados con diversas técnicas como el estampado o el bordado.
Pero empecemos con la historia de Artelan, un taller dedicado al tejido de la lana de forma artesanal siguiendo la tradición de varias generaciones. Santiago ni siquiera se acuerda de a cuál de ellas pertenece: “Tengo constancia de que el taller lo llevaba ya mi tatarabuelo así que no se a ciencia cierta cuántos habían estado antes”. Sus telares han cambiado mucho a lo largo de los años. “Primero se usaron los de mano, después se utilizaron los de cadena y ahora se trabaja con los de pinzas. Hay muchos modelos pero nosotros estamos entre lo artesano y lo industrial. Lo que pasa es que hay muchas cosas que no las tiene que hacer el telar, las tienes que realizar manualmente como las urdimbres, los ataridos uno por uno… hay muchas cosas que se hacen totalmente a mano. Y, por supuesto, vigilar los telares porque muchas veces se rompen los hilos… Son muchos factores a tener en cuenta”.
A la izquierda, diversos refajos realizados en lana. A la derecha, una muestra del colorido de los tejidos de Artelan.
La materia prima que utilizan en Artelan para realizar sus tejidos es lana de primera. “Normalmente utilizamos dos tipos de lana: merina y entrefina, que suelo comprar a laneros de toda la vida”. Para que nos entendamos, la lana merina es considerada ‘fina’ y está comprendida entre las 22 y las 25 micras. En España, esta lana procede principalmente de Extremadura. Por su parte, la entrefina tiene entre 25 a 30 micras; es menos apreciada y valiosa y se produce mayoritariamente en Castilla la Mancha, Andalucía, Castilla y León y Aragón. “Lo único que cambia son las mezclas porque tu puedes combinar una lana con otra para darle más consistencia o más suavidad… depende. Esto es como los cocineros, cada uno tiene su receta”. Otra de las bondades de los tejidos de Artelan es que están disponibles en una amplia grama de grosores. “Existen determinados grosores que normalmente nosotros calificamos por numeración. Así, el hilo de lana va de más fino (menos numeración) a más grueso (más numeración). Digamos que, por ejemplo, 40 es más fino que un 60 ; 80 es más fino que un 120, que es mucho más grueso… En definitiva, va subiendo el grosor según la numeración. Nosotros cuando mandamos la lana para hacer el hilo, normalmente ya lo identificamos con un número. El número es el que determina el grosor”.
En Artelan también se fabrican artesanalmente los paños para las capas de Aliste o de Béjar.
Gracias a la gran calidad de sus hilaturas, a la diversidad de grosores de sus paños y al amplio colorido de su catálogo, Artelan se ha convertido en un referente a la hora de realizar trajes tradicionales ya que permiten ser bordados o estampados sin perder un ápice sus cualidades. “Lo industrial es un poco como la modernidad, que no es que esté mal tampoco, pero el resultado no es el mismo. No tiene el mismo vuelo un refajo confeccionado con un paño industrial que con un paño artesanal”. El problema está, como bien señala Santiago en que “la mayoría de la gente no conoce lo artesano”. Para llegar a más clientes, Artelan cuenta con una web donde recoge todo tipo de pedidos pero lo que mejor le funciona por ahora, es el boca a oreja.
Para Santiago lo importante es “conservar lo antiguo, lo tradicional” sobre todo, salvaguardando un producto con tantísimas posibilidades. “Además de trajes tradicionales hacemos también paño para cofradías religiosas y y para indumentaria antigua (como uniformes) ya que me piden que sea lo más preciso a lo que lleven en el pasado. Incluso también hacemos el paño para confeccionar las famosas Capa Alistana y la Capa de Béjar”. Es tal la calidad de sus tejidos que bien podrían servir para otros usos como la moda o la decoración. “Tiene mil usos -finaliza Santiago- pero tampoco yo he ido a ampliar a otros sectores. Se que han hecho cortinas pero… al final, no se si cuajaría”. Y…¡Vaya si cuajaría! Por ejemplo, una americana confeccionada con alguno de sus géneros se convertiría en una de las mejores prendas del armario.
Artelan. Calle Barrio del Sol, 4. 09260 Pradoluengo (Burgos)