El nombre de ‘Bunad’ designa los trajes tradicionales de Noruega y existen más de 450 bunader (su plural) que varían según la zona geográfica y la persona que lo lleva. Vestir un bunad es llevar puesta la historia de Noruega porque el traje tradicional sirvió como reivindicación de la identidad del país en un periodo de su historia (entre 1814 y 1905) en el que estaba unido a Suecia.
El Bunad se convirtió entonces en un símbolo popular de independencia. A mediados del siglo XIX, los jóvenes empezaron a fijarse en las tradiciones artesanales (bordados, colores, siluetas…) de distintas partes del país que representasen la cultura y tradiciones noruegas. Tomaron como inspiración los trajes de la sociedad agrícola de antaño y todas aquellas inspiraciones les sirvieron para crear los bunader actuales.
Loas tejidos de lana en Embla Bunader son de Gudbrandsdalen Uldvarefabrik.
A partir de 1920, el bunad se vuelve cada vez más popular y varios pueblos y ciudades crean su propia versión. En 1947 se creó el Statens bunadsnemd y en la década de los 50, la vigilancia de la tradición bunad se volvió más conservadora. Hoy en día, el Norsk institutt for bunad og folkedrakt (traducido al castellano es el Instituto Noruego del Bunad y del Traje Folclórico) es un organismo asesor que lleva a cabo investigaciones y difusión del bunad desde una perspectiva histórico-cultural.
Bunader para la sociedad del siglo XXI
En Noruega también hay tiendas firmas especializadas que, además de mantener vivo el espíritu original del bunad, lo trabajan y evolucionan a la misma velocidad como cambia la sociedad (más diversa y más plural) tanto en el país nórdico como en toda Europa. “En Noruega, los habitantes de todas las áreas demográficas sienten un gran respeto por las diferentes tradiciones bunad. Este no era nuestro propósito. Era así antes de que abriéramos nuestra primera tienda -comenta Marianne Lambersøy, de Embla Bunader-. Sin embargo, lo que hemos hecho es hacer que los bunader sean aún más populares y que el discurso en torno a ellos sea mucho más interesante, desafiando la percepción estereotipada y estándar de una persona que puede usar un bunad. Por ejemplo, hemos comenzado a utilizar materiales como seda y algodón y lino con y sin patrón, lo que es una nueva incorporación a la antigua tradición. Hemos creado un bunad no binario, hacemos bunader transgénero, hicimos también el primer bunadhijab y hacemos bunadfashion, bautizado como Guccipånorsk”, que traducido es ‘Gucci en noruego’. Aunque del bunad que estoy más orgullosa es el no binario porque es el resultado de una larga planificación para ayudar a personas que lo necesitaban”.
Una muestra de los delantales bordados a mano. Corpiño de lana en rojo y chaqueta de lana negra.
Si, Embla Bunader es una exitosa empresa que lleva más de 25 años centrada en la confección de bunads cuyos logros no sólo han sido adaptarse a los cambios sociales también en utilizar siempre los mejores materiales. “Nunca cambiamos los materiales antiguos y costosos por copias actuales más baratas. Eso, también nos ayuda a crecer”, asegura Marianne.
El bunad femenino
En Embla Bunader ofrecen alrededor de 40 bunads para mujeres y 20 para hombres y las regiones más importantes con las que trabajan son Telemark, Rogaland, Agder y Nordland. Hay que decir que el bunad femenino, tal y como se conoce hoy, se fabrica desde principios del siglo XX y fue documentado por primera vez por Magnus Våge en un folleto publicado en 1927. El diseño de los bunader tiene como puntos en común el bordado, los pañuelos, la confección artesanal y la joyería en oro o plata que adornan los trajes.
Es curioso porque, a pesar de que el bordado es un elemento importante del bunad, los bunader más antiguos no estaban muy elaborados. Sólo se bordaba el delantal, el bolso o el sombrero. Pero en1927, el Museo de Stavanger presentó una exposición de trajes antiguos en la que, entre otras cosas, se mostraba un chal bordado de Løland y el interés por el bordado en el bunad aumentó. Alcanzaron tal nivel de popularidad que poco a poco cada zona fue creando los suyos propios. Con el tiempo, también se hicieron famosas las camisas de lino bordadas con motivos de Suldal y Vasshus. Embla Bunader ha dado un giro a estas prendas incluyendo hilos de colores en los bordados.
Los chales hechos a mano también forman parte del bunad. Embla Bunader ofrece una gran variedad de cinturones.
La lencería es quizás la parte del Bunad original que está en peligro de extinción sobre todo, porque el público en general ha dejado de usar las piezas que se llevaban antaño por comodidad. “La lencería se usa más como una rareza. A veces, sólo se utilizan las faldas interiores en seda o algodón”, apunta Marianne.
El bunad masculino
El bunad para hombres fue desarrollado por Magnus Våge y lanzado en la década de 1920. En sus primeros años no había un modelo exacto a seguir, lo realizaban sastres por lo que cada uno hacía sus propios ajustes e interpretaciones por lo que el bunad adquiría diferentes expresiones.
La prenda más importante es la chaqueta cruzada (que no está pensada para abotonarse), confeccionada principalmente en lana negra con los ojales en hilo rojo y 56 botones plateados. El chaleco es un punto de inflexión ya que en él se permite la utilización de tejidos diversos, desde estampados hasta monocromos y también adamascados. En cuanto a la camisa, Embla Bunader ha modernizado la camisa de lino tradicional haciéndola más entallada al cuerpo.
Camisa y pantalón masculino. Chaqueta de lana con botonadura en plata.
Paradójicamente, hay más mujeres que hombres que visten el bunad. “Una de las razones es que a los niños se les queda pequeño el suyo y no se les regala uno para su confirmación -comenta Marianne-. Cuando son mayores, cuando tienen unos 20 o 25 años, la mayoría de las veces no pueden permitírselo porque son estudiantes y no pueden gastar tanto dinero en uno”.
Y no nos olvidemos de los más pequeños. “Para los niños reducimos el patrón y los hacemos parecidos a los de los adultos. Esto lleva bastante tiempo, por lo que no ofrecemos la misma cantidad de bunader para niños que para adultos. Vendemos más a adultos y adolescentes porque los bunader son caros y a los niños se les quedarán pequeños en poco tiempo”.
Muchos datos
A la hora de realizar los bunader, se inspiran en el periodo histórico al que pertenecen. “Seguimos las descripciones antiguas tanto en ajuste como por materiales”. Y además, siguen un laborioso proceso de investigación. Marianne se apoya en Bunadstrikk.no y el museo de Stavanger para recabar información pero también cuenta con otras fuentes. “Al crear nuevos bunader y trajes utilizamos material antiguo que vemos en libros, imágenes antiguas e información online. Gudbrandsdalen Uldvare también nos ha ayudado con buenos consejos”.
En Embla Bunader hay una gran variedad de camisas.
También en la selección de tejidos son muy exhaustivos. “Usamos Kalemank -un tejido fino fabricado en lana o en mezcla de lana y seda- en la chaqueta, una reconstrucción de la tela del siglo XVI, hecha en Krivi-vev para Gunnhild en Stoffstugu en Numedal porque es de una calidad asombrosa. Usamos lana de damasco y el chaleco de punto de Bunadstrikk.no. Además dos señoras han empezado a tejer prendas de abrigo para los bunader”.
Y han tenido suerte porque, hasta el momento, han encontrado el material necesario para realizar todos los bunader y trajes que han querido reproducir.
Incluso los bunader han servido de inspiración a diseñadores de moda contemporánea. “Creo que Per Spook tuvo un desfile de moda hace años en París, al igual que Lise Skjåk Bræk. He visto que House of Yarn muestra broches de diferentes zonas de Noruega en su última colección de sudaderas -asegura Marianne-. Y muchos más en los que no recuerdo ahora”.
El toque final
Los accesorios son una parte importante del traje tradicional noruego. En Embla Bunader hay broches, pendientes, hebillas, gemelos, boquillas para bolsos, anillos… “Tenemos muchísimos y se añaden más al catálogo. Las cintas para el cabello no eran muy comunes antes, por ejemplo y ahora sí lo son. Los sombreros siguen siendo comunes entre los hombres, los chales vuelven a estar de moda, los cuchillos, relojes, anillos y pendientes son muy buscados. Incluso zapatos reconstruidos para hombre y mujer”.
El bunad noruego cuenta con una importante joyería en filigrana de plata.
El uso de accesorios bunader está muy vinculado al uso únicamente con el traje tradicional. “Pero en los últimos años, hemos visto que algunos artículos se están trasladando a la moda cotidiana, como broches y algunas camisas recientemente creadas de seda, algodón y lino con colores”.
El bunad no es precisamente una prenda accesible para todo el mundo por lo que la gente que tiene la suerte de heredarlos, suele acudir a Embla Bunader para mejorarlos. Nosotros aquí se lo modificamos, agregando un chaleco nuevo tal vez o una camisa nueva u otro elemento”. También hay personas que comprar uno de segunda mano. “En Finn.no por ejemplo, es una tienda online donde poder encontrar muchos trajes enteros o prendas sueltas usadas”.
Llevarlo con naturalidad
Los noruegos suelen vestir el bunad con asiduidad por eso, a diferencia de otras partes de Europa, no dudan en ponérselo en días especiales. “En los viejos tiempos, en las regiones del interior de Noruega, la gente celebraba bodas de agricultores donde todos se casaban con bunader y todos los invitados también lo llevaban. Ahora, hay gente que todavía lo hace pero no son mayoría. Pero en Noruega, el bunad se considera como la vestimenta apropiada para todas las ocasiones formales, como asistir a una cena en un castillo, inauguraciones institucionales, grandes celebraciones e incluso protestas”.
La colección Aurorae by Embla donde algunas de sus prendas son unisex.
Embla Bunader ha querido ir más allá e, inspirándose en el espíritu del bunad ha creado una línea especial con prendas de diseño más actuales y urbanos como bombers, tote bags o americanas. “En nuestra marca de moda Aurorae by Embla solo utilizamos materiales de bunader. Y también el estilo vintage”. Además, son atemporales. “Estas prendas están hechas con tanto amor como el bunad, y con los materiales exactos. Son eternos aunque por su calidad, algo caros. Pero nunca pasarán de moda y nunca serán desechados”. Por lo que también son una apuesta por la sostenibilidad.
Embla Bunader. Østervåg 27, 4006 Stavanger; Gamle Stokkaveien 1, 4313 Sandnes; Storo Storsenter. Vitaminveien 7-9, 0485 Oslo; Sandvika Storsenter Brodtkorpsgate 7, 1338 Sandvika; Sirkus Shopping. Falkenborgveien 1, 7044 Trondheim y Barstølveien 35, 4636 Kristiansand.