Si hay una Comunidad Autónoma en España que esta visibilizando, modernizando y apostando por sus raíces esa es Galicia. son muchos los artistas, diseñadores, artesanos, músicos… que enriquecen recen con sus trabajos la escena cultural gallega acercándola además, a los gustos, tendencias y necesidades del siglo XXI. Ana Míguéns es un ejemplo de ello. Esta artista de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) convierte en joyas -de manera artesanal y mediante arcilla polimérica- algunos de los elementos más representativos del noreste de la península. Sus joyas se caracterizan por su ligereza, su vistosidad, su colorido y sus grandes dimensiones. Piezas llamativas que destacan por su estética, antes que por su funcionalidad, y que apetecen hasta coleccionar.
A la izquierda, broche con forma de Peliqueiro, de Ana Miguéns. A la derecha, los Peliqueiros en el Carnaval de Laza (Orense).
Ana ‘traduce’ en pendientes, colgantes o broches iconos de la mitología, las fiestas populares, la flora o los productos gastronómicos de la zona, mostrando así la riqueza del folclore, la iconografía y el campo gallego que es, sin duda, una inagotable fuente de inspiración. “Creo que el folclore de cada lugar ha sido y es una fuente de inspiración en el mundo del diseño. El folclore gallego también es una influencia para muchos creadores en la que me incluyo. Aunque llevo muchos años con mi firma con un ojo en el folclore y en la cultura gallega y otro en las tendencias, como mucha de nuestra artesanía y firmas gallegas, hoy veo que todavía está más en auge. La música es un claro ejemplo, tenemos una generación de grupos que mezclan folclore con ritmos urbanos, pop… Es muy inspirador y a mi personalmente… ¡Me encanta!”.
Desde luego, la escena musical gallega es últimamente de lo más apetecible con artistas como Boyanka Kostova, Arce o Baiuca, entre otros pero, volviendo al tema del diseño, para Ana llevar a su terreno alguno de los iconos de la cultura gallega, tan expresivos y potentes, a veces no es fácil. “En el diseño y la creación, la idea es lo primero que tiene que surgir, un concepto inicial y de ahí ir trabajando. Pasar de un aspecto de nuestra cultura a una joya y que se identifique de que trata, a veces es relativamente sencillo y otras muy complicado. La Camelia y los Peliqueiros, por ejemplo, salieron a la primera son casi tal cual era el primer prototipo. Más complicados fueron los Pementos y Mexillóns que dieron un poco más de guerra y otras muchas ideas, me han resultado tan complicadas, que las tengo en espera desde hace meses e incluso años, porque no me acaban de gustar aunque he trabajado en ellas muchas horas. Cada proceso es diferente “. Ejemplo de ello es el Sapo, esa pieza de la joyería gallega tan emblemática y que a Ana aún se le resiste… “Por ahí tengo en varias libretas bocetos y pruebas descartadas a medio montar. Algún día la inspiración le dará la vuelta que necesitan para que me acaben de gustar, o no”.
A la izquierda, broches con forma de Boteiro, de Ana Miguéns. A la derecha, Entroido de Viana do Bolo (Orense).
En estos tiempos donde convive la globalización con la tradición, muchos consumidores están buscando en la segunda opción una forma de diferenciación. “Volver al folclore, a lo artesano, a lo natural, abrazar nuestras tradiciones parece que está de moda más que nunca -prosigue Ana-. Creo que es interesante esta tendencia de vuelta a las raíces para que conozcamos y valoremos las tradiciones de otros pueblos y llevemos la cultura y tradiciones gallegas en forma de música, comida, imagen o pieza a otros lugares. Ese intercambio cultural es muy interesante y enriquecedor”.
Ana ha transformado en joyas algunos de los iconos más visuales del folclore gallego y empezó, como no podía ser de otra forma, con la indumentaria tradicional. “Relacionadas con el traje y el baile tradicional gallego he sacado los anillos de bailadora gallega, los broches y collares de la Regueifa. Hace muchos años, en los inicios era casi lo que más hacía, llaveros y broches del traje tradicional gallego y de la Regueifa”. Aunque unas de sus piezas más exitosas son las que dedica al Entroido, el Carnaval de Galicia, con personajes tan expresivos y emblemáticos como los Peliqueiros, Cigarrones, Pantallas, Botero o Volantes. “El Entroido es en lo que primero que me fijé para desarrollar la primera colección. Así que para mí representa el inicio de todo. Visualmente hablando (porque la maravilla de tradición que hay detrás de los Entroidos galegos, los saltos, los bailes, lo sonidos… no se pueden transportar tan fácil a un collar) pero sus formas, colores, pinturas en las mitras, caretas con grandes expresiones, lazos, borlas, texturas…está casi todo el trabajo hecho, solo trasladarlo a una pieza porque en sí, los trajes y máscaras ya son una joya”.
A la izquierda, collar ‘Samain’ con figuras de calabazas. A la derecha, collar ‘Magosto’, con figuras de castañas. Ambas piezas de Ana Miguéns.
Así, los collares, pendientes o broches de Ana Míguéns se convierten en un hit principalmente en verano, que es cuando más le gusta a la gente lucir piezas llamativas sin que abrigos o bufandas las oculten. Pero es más, sus piezas también tienen un lado didáctico, porque en la web de la artista y en la descripción de cada pieza, Ana incluye información de su significado u origen. “La mayoría de mis clientas se acercan a mi trabajo porque visualmente les atrae, les gusta, pero también por el significado que tiene cada una. Muchas veces la historia de la pieza es muy conocida y poco hay que explicar de ella, como la colección Toxo o As Marías, o menos intuitivo cómo el Carballo de Santargarida o el Cortegada, pero siempre agradecen una pequeña explicación o curiosidades en los post donde comparto las imágenes de las piezas, la gente comenta, aporta y agradecen esa información y sentimiento añadido”.