En España hay un dicho popular que reza así: ‘Quién hace un cesto hace ciento’, y que ‘traducido’ vendría a ser como que quien sabe realizar bien una labor o una actividad, es capaz de repetirla muchas veces. Pues aquí os presento a Carlos, que en 2019 creó en Galicia (España) su firma de cestería O Carabel Ecocestos y desde luego, el artesano realiza cestos impresionantes entre cuyas características principales están la funcionalidad y el respeto a las tradiciones y a la naturaleza.
Carlos había estado muchos años involucrado en la artesanía. “Trabajé la cerámica, trabajé el cuero… y muchas otras -comenta-. Me puse en contacto con Lola Touron, una cestera de Lugo, que impartía un taller en el Castro de Villadonga (Lugo) y me habló de materiales cesteables. El taller tenía la finalidad de aprender una de las técnicas más antiguas, en la que se trabajaba con paja de centeno y monda de zarzas…, dimos un paseo, hablamos de materiales y me enganchó. En el taller aprendí la técnica, que en realidad no realizo, pero empecé a darle vueltas y a investigar sobre el tema y en mi tiempo libre, me puse a fabricar cestas. Toda mi formación es autodidacta, aprendí solo y luego retocaba las cosas que hacía con cesteiros locales, porque casi todas las formaciones que hay de cestería son de un día o de un fin de semana. Me encantaría que hubiese una formación, que hubiese más profesionales en todos los campos, como pasa en Francia o en otros países donde existe incluso una especialización en cestería o en otras artesanías para no tener que estar buscándote la vida descubriendo cómo se hace un objeto. Esto también es muy bonito porque yo estoy ahí, con una foto delante, peleándome por ver cómo se hace, y me pongo a ello, y al final lo saco y es muy satisfactorio… pero ahorraría mucho tiempo si tuviese una fuerte base técnica, aunque es importante tener siempre cosas que aprender”.
Bolso-cesto y Mandil de Mostra, una prenda de indumentaria tradicional.
Para Carlos, la cestería fue todo un descubrimiento. “La cestería llegó para mi en una etapa de la vida en la que buscaba ya otras cosas como estar más en contacto con la naturaleza, respetarla un poco más, ser más consciente de lo que hay que hacer y de cómo hay que comportarse, usar menos plásticos… ¡Con la lucha que tengo con el Cero plásticos, Cero residuos!… y además la libertad que me proporciona porque para hacer barro necesitaba un horno, para hacer cuero necesitaba comprar el cuero y las herramientas específicas… La cestería me da una libertad de expresión, de creatividad, con tan sólo una navaja y unas tijeras de podar. No necesito nada más”.
Cestos para usar
Entre las cualidades de los artículos de O Carabel destaca la funcionalidad, algo que Carlos iba buscando desde los primeros cestos que fabricó. “En la época de mis abuelos, en la que no había plásticos, las cestas se usaban para todo. Con el plástico las cestas se convirtieron en objeto de decoración. Tenemos un cesto ahí, arrinconado, que es muy bonito sí, pero no se usa para nada. Lo que yo pretendo es que las cestas se vuelvan a usar ganando el no usar más las bolsas de plástico. Crear un producto artesano, ecológico, hecho a mano, local y con muchos usos porque además, un cesto dura muchísimo tiempo… Mi idea era llevarlo a la calle de nuevo, y por eso se me ocurrieron los formatos de mochila o bolso-cesto. De esta forma ayudo a que los cestos dejen de ser un adorno para que vuelva a ser útil y llene de nuevo las calles”. Además, todos sus propuestas son veganas. “Mis mochilas y bolsos-cesto llevan cintas de espiga d algodón, no utilizo no fibras sintéticas ni cuero ni derivados animales. Solo trabajo con materiales vegetales”.
Mochila de O Carabel Ecocestos. Como detalle, Carlos decora sus envíos con flores silvestres.
Las materias primas son muy importantes. No sólo porque dan a las piezas de O Carabel Ecocestos ese aire rústico y asilvestrado tan diferente sino también porque para Carlos su descubrimiento supuso un ‘reciclado’ personal y laboral. “Es la esencia de la cestería y el por qué hago cestería. No encuentro lógica a crear cestería con materiales que vienen de Asia, como el ratán. Los materiales que utilizo prácticamente son todos silvestres porque en Galicia tenemos muchísimas variedades de sauces y otras especies vegetales cesteables como laureles o mirtos. Me gusta experimentar con la madreselva. Me encanta ir a pasear por el bosque y volver a casa con varas y otros materiales… Es una pasada. Y a parte cultivo, porque tengo una pequeña plantación en casa con una gran variedad de colores… Tengo varios tipos de sauces (púrpura, belga) … Salir a mi jardín es como salir a mi supermercado particular y del que me puedo surtir. Y en verano suelo ir a recoger flores silvestres que las tengo para empaquetar y hacer los envíos y poner las cestas bonitas… Soy un recolector, me encanta ir a recolectar, y secar y utilizar”.
Eso sí, la mejor estación del año para recolectar es en los meses invernales. “El material se recoge en invierno, cuando las plantas están durmiendo, están en estado de letargo, normalmente en el mes de enero y cuando la Luna está menguando, en el menguante de la línea del mes de enero, porque la planta está en estado vegetativo y la savia baja a la raíz. Según la tradición popular, recoger el material en esa época tiene dos beneficios. Uno es que obtenemos un material con mayor flexibilidad y otro que, según la gente mayor de Galicia, no les entra ni la polilla ni la carcoma. Yo lo hago así porque confío mucho en la gente mayor y creo que hay muchos cesteiros que también lo hacen de esta manera”.
Los artículos de Ocarabel Ecocestos tienen una gran capacidad.
Redes y festivales
En definitiva, Carlos trabaja como los cesteiros de hace un montón de años, exactamente igual. Eso sí, que se trabaje de forma artesanal y con técnicas arcaicas no quiere decir que no se ayude de las nuevas tecnologías… “En 2020, la gente me empezó a decir ‘¿Por qué no te haces una red social que está muy bien lo que haces?’… Lo hice y poco a poco el efecto empezó a crecer. Las nuevas tecnologías son buenas para los artesanos. Son un escaparate para llegar a todo el mundo. Yo estoy en contacto con gente de cualquier parte de Europa o de otros países. Puedo enseñar mi producto en todos lados. hay artesanos que dicen que no, que la artesanía es la artesanía, pero hay que jugar con los diseños nuevos, con tener las cosas un poco más atractivas, en traer lo de antes para que se valore y tenga futuro… Y las redes sociales nos ayudan”.
La versión de la Piteira, el bolso-cesto de O Carabela Ecocestos y un Sancosmeiro, el sombrero de campo gallego.
Cuando Carlos habla de ‘traer lo de antes’ se refiere a adaptar modelos tradicionales de cestería a las necesidades y gustos actuales. “Investigo sobre la tradición y los modelos de cestería antiguos. Aparte de las mochilas o bolsos-cesto, tengo un cesto que está basado en un modelo tradicional que se llama Pitarra. La Piteira es como un cono que se usaba antiguamente para meter las gallinas cuando estaban en el periodo de incubación y que cuando no estuvieran dentro, los gallos no picotearan los huevos. Yo lo he versionado y lo he hecho sin tapa, para que tengan un mayor uso en las cocinas. Me gusta mucho porque es darle una vuelta a un cesto antiguo que prácticamente había desaparecido. Cuando voy a las ferias, es raro encontrarme a una persona que lo conozca ya”.
Además de vender a través de Instagram o Facebook, a Carlos también le gusta asistir a las ferias, pero no a las específicas para artesanos, sino aquellas donde el folclore es protagonista. “Al principio trabajaba mucho con las redes sociales y no iba a ferias. Hacia los cestos, los enviaba y no tenía mucho tiempo para ir de ferias pero ahora si estoy yendo a alguna. En agosto voy a ir a Vivieiro (Lugo) y como folclórico que soy, me gusta mucho ir a las ferias de artesanía que hay en los festivales de música y baile tradicionales. Voy por ejemplo al Festival de Pardiñas (Lugo) que hay una feria de instrumentos tradicionales, de luthiers y de otras artesanías y me gustaría participar también en la del Festival de la Luz (A Coruña). Fui el año pasado al Festival as Nosas Músicas (Couso. A Estrada) que es muy bonita porque hay mucho folclore y bailo un poco, vendo mi producto y me lo paso muy bien”. Sin duda, No hay nada mejor que la artesanía de raíz.