Los grupos folclóricos juegan un importante papel a la hora de mantener vivas no sólo la música, el baile o las canciones sino también la indumentaria tradicional. La Agrupación Folclórica La Faltriquera en Ocaña (Toledo. Castilla-La Mancha. España) armoniza todos estos elementos culturales e identitarios. “Todo ello, en conjunto, es una ventana al pasado, una recreación de la vida cotidiana de nuestros antepasados con las particularidades representativas de cada sitio”.
Aunque en Ocaña no existe mucha tradición por el baile y tampoco cuenta con una indumentaria propia, La Faltriquera ha mirado hacia las localidades vecinas para afianzar reforzar su imagen y sus trajes son similares a los de otros grupos de la zona.
Aparición de la Agrupación Folclórica La Faltriquera, en 2013 durante la representación teatral de “Peribáñez y el Comendador de Ocaña”.
La Faltriquera, que toma además su nombre de esa bolsa de tela que se ata a la cintura y se lleva colgando bajo la vestimenta, tan habitual en muchos trajes tradicionales europeos, fue fundada por María del Valle Martínez “junto con Elena Mota, que perteneció en su juventud a varios grupos folclóricos anteriores al nuestro (entre los años 60 y 80) y en ese momento volvieron a dar vida a la indumentaria tradicional, además en el año 2013, surge la representación teatral de “Peribáñez y el Comendador de Ocaña”, puesta en escena en la Plaza Mayor de nuestra localidad, momento en el cual nace el grupo La Faltriquera y se vuelve a impulsar el traje regional en Ocaña”, comentan Ricardo Mohedas y sus compañeras de agrupación.
El guardarropa tradicional femenino…
En La Faltriquera usan varios tipos de trajes según la estación del año o la festividad en la que se va a lucir. En las mujeres está el traje elegante o bonito, que es el que habitualmente llevan en multitud de actuaciones, ofrendas y desfiles. Este traje consta habitualmente de camisa blanca, refajo, bordado o pintado, chaleco o jubón negro, mandil, zapatos negros y medias blancas ya sean lisas o con las típicas bolas llamadas ‘garbanzos’. Su máxima expresión es el traje de novia, “con refajo con tiras de lentejuelas, mandil bordado y mantilla en la cabeza”.
Componentes de La Faltriquera luciendo el traje más festivo.
Una variante del traje bonito es el traje de verano, confeccionado por las componentes de La Faltriquera en el verano de 2022. “Este traje se compone de chaleco y refajo gris con estampados blancos, camisa de manga corta y mandil blanco. Se puede acompañar con una mantilla blanca”.
Y no menos importante es el traje de faena femenino, “con refajo de rayas y sobrefalda negra, recogida hacia los lados ya que su misión era echársela por la cabeza cuando se entraba en misa. Blusa blanca o negra, pañuelo a la cabeza y sombrero de paja cuando se trabajaba en el campo, para la siega”. Eso sí, “la confección de los mismos, adornos y demás complementos, marcarán la diferencia entre un traje de faena y el traje más elegante”, aseguran desde La Faltriquera.
… Y el masculino
En los varones, el traje más elegante se compone de camisa blanca de cuello ‘mao’, chaleco, pantalón corto, medias y fajín rojo pero además, lleva una chaquetilla corta tipo andaluz, adornada con botones y alamares de cierre. En el traje de faena, “se sustituyen el chaleco por una blusa o chambra y los zapatos por alpargatas. Se puede acompañar con un pañuelo al cuello y un sombrero de paja”.
A la izquierda, el traje masculino sólo con el chaleco y la camisa. A la derecha, El traje masculino completado con la chaquetilla.
Por lo general, los trajes masculinos suelen sermás sencillos de confeccionar que los femeninos. “Los trajes de las mujeres requieren más elaboración y suelen tener más complementos. En nuestro caso, La Faltriquera cuenta en el grupo con tres hombres de distintas edades. Dos de ellos comenzaron a componer el traje de hombre a partir del año 2013 por la representación de la obra “Peribáñez y el Comendador de Ocaña”. Sin embargo, el traje de nuestro compañero Pepe, el más mayor de los hombres, perteneció originalmente a su abuelo, después a su padre y por último a él. La camisa, el chaleco y el fajín que lleva Pepe tienen más de cien años».
El resto de los compañeros «pidieron ayuda al resto de miembros para elaborar los chalecos. Las camisas, fajines y medias se compraron. Para los pantalones se usaron pantalones negros de vestir, que se cortaron por debajo de la rodilla y se añadieron unos botones y hace poco, nuestra compañera Paloma ha confeccionado para los hombres chaquetillas a medida de cada uno”.
Autosuficiencia y autoaprendizaje
Hay que decir también que son los propios componentes de la agrupación los que realizan sus propios trajes. “Algunas componentes de La Faltriquera comentan que sus madres fueron quienes las enseñaron, otras se han inspirado en fotografías antiguas y preguntando a sus abuelas. Elena, nuestra profesora de baile, nos cuenta que su madre le ha bordado los refajos toda la vida. Para hacer estos bordados, la madre de Elena se inspiraba en las flores y hojas que veía en las cortinas, visillos, ropa… Y de ahí realizaba sus composiciones. También, algunas componentes se inspiran de otros grupos folclóricos, en los distintos encuentros o festivales”.
La agrupación folclórica La Faltriquera luciendo el traje de verano.
Y es que los trajes tradicionales de Ocaña son muy similares a los de otras zonas de Castilla-La Mancha. “son todos muy parecidos, sobre todo el de rayas -comentan en La Faltriquera-. Los refajos de gala también tienen semejanza, aunque varían en el color y en los dibujos que pueden ser bordados, estampados o pintados”.
Son los procesos decorativos los que tengan más complicaciones a la hora de realizar las prendas. el bordado es quizás lo que más trabajo y tiempo llevan.“Estos pueden ir desde los más sencillos, con puntos de cadenetas o puntadas sencillas hasta los más complejos como los rellenos o calados”.
En busca de materiales
Hay regiones en los que encontrar materias primas es complicado y muy caro. Pero en La Faltriquera, cuyos componentes son muy resolutivos, siempre encuentran la mejor forma de apañarse. “Los materiales más comunes son el fieltro y el paño riojano, aunque actualmente se pueden hacer trajes de distintas telas. Por ejemplo, nuestra compañera Raquel nos cuenta que recicla la tela de las cortinas para hacer los refajos y mandiles, y los dibujos del refajo los realiza a ganchillo”.
Los accesorios como mandiles y medias son también muy característicos en los trajes manchegos.
También cuentan con un listado de direcciones de referencia donde encontrar todos los elementos necesarios para la realización de sus trajes. “Por ejemplo, un grupo amigo nuestro de Aguas Nuevas (Albacete), han comenzado un negocio llamado Sayal Indumentaria. Una tienda online muy típica, entre otras, es Trajeregional.com, donde hemos adquirido algún que otro accesorio. Por último, nuestras tiendas de confianza para la obtención de materiales son: Cortinas Romero (Ocaña, Toledo) y Mercería Ágora (Corral de Almaguer)”.
Nacidos para el baile
Hay que tener en cuenta, que los trajes que lucen en La Faltriquera no sólo están pensados para posar para unas fotos de Instagram o en un desfile popular. Sus trajes deben permitirles libertad de movimientos. “Dependiendo de la actuación y del tiempo, solemos llevar un traje u otro”, comentan. Por ejemplo, para las coreografías más tranquilas, “los bailes que hacen alusión a las labores del campo, como la jota de la vendimia o en festividades como San Isidro, se suele llevar el traje de faena pero para los bailes más movidos, las jotas más castellanas y los desfiles, el traje que se lleva es aquel que llamamos “el de gala” o “el bonito”.
Además, “todos los refajos tienen unos tres metros de vuelo, para dar más vistosidad en el baile. Los trajes son a medida, pero no son muy ajustados para no tener limitaciones”.