Para quién no lo conozca, el telar de lizo rígido tiene la forma de una especie de peine cerrado en su parte de abajo. Entre sus púas es por donde pasa la urdimbre. Aunque lo pueda parecer, esta pequeña herramienta no es moderna, al contrario, está muy ligada a la artesanía de muchas culturas ya que se han encontrado algunos de ellos en yacimientos arqueológicos del siglo XI.
Algunas cintas tejidas con telar de lizo rígido. Telares creados por Kerstin Neumüller.
La razón por la que este tipo de telar ha vuelto a ser redescubierto nos la da Kerstin Neumüller. “Sobre todo por el hecho de que hay muchas personas ahora que quieren tejer pero no tienen espacio en casa para instalar un telar grande. Tejer sobre un lizo rígido ocupa muy poco espacio cuando lo haces y casi nada, cuando no lo estás usando”. La sueca Kerstin Neumüller es artesana, experta en tejidos y autora de libros sobre manualidades. Ha enseñado en importantes instituciones y museos del mundo y en su web homónima, Kerstin Neumüller, ofrece diversos productos y cursos.
Autodidacta en el tallado en madera
Kerstin empezó con el telar de lizo rígido durante la pandemia, y no sólo a realizar tejidos sino también a tallarlos en madera. “Estaba tallando palitos pequeños para enrollar el hilo y uno de ellos se hizo un poco más grande que el otro. Pensé… ¿Podría hacer un lizo con eso?”. Además, Kerstin es autodidacta. “Comencé mi viaje de talla en madera sin presión ni expectativas. Ha sido sólo exploración y juego. No di clases, tan sólo até diferentes cosas que quería probar y algunos de ellos funcionaron… ¡pero otros, no!”.
Kerstin Neumüller en su taller. Proceso de talla de un telar de lizo rígido.
Desde entonces, la artesana ha creado múltiples modelos, enseña a crearlos, y en su tienda online se puede comprar desde tablas de madera de abedul plateado sueco cortadas al tamaño apropiado hasta la herramienta de marquetería necesaria para tallar la madera pasando por manuales para aprender (está disponible en inglés) y tutoriales, donde explica cómo hacerlo.
El tamaño no importa
Existe muchos tipos de telares cada uno de ellos, con sus particularidades. El telar de lizo rígido que realiza Kerstin destaca “por no ser flexible ni estar hechos de hilo. Los artículos que hago son lizos rígidos independientes, no destinados a ser utilizados en un marco”. Algo que anima mucho a todas aquellas personas que quieren aprender ellas mismas ya que es ligero de transportar, fácil de usar y es más económico.
Una ‘tableta’ tejida en un telar telar de lizo rígido por Kerstin Neumüller en la que juega con colores y geometrías.
Pero… ¿Qué se puede realizar con este tipo de telares de de origen medieval teniendo, como tienen, unas dimensiones tan limitadas? Desde cinturones hasta asas para bolsos pasando por accesorios para cabello o ribetes decorativos para indumentaria tradicional o convencional. A pesar de sus limitaciones espaciales (el producto tejido no es tan grande como el elaborado con un telar de suelo, por ejemplo) se puede ser muy creativo en este tipo de telares. “Tuve un profesor que me dijo ‘Cuanto más simple sea la herramienta que uses, más variaciones habrá en lo que puedes crear con ella’ y un lizo rígido es muy simple”.
Eso sí, para trabajar, Kerstin recomienda cualquier hilo que consista en dos hebras o más. “Prefiero un hilo de lino de la empresa francesa Fonty” que además, se puede encontrar en la tienda online de la artesana. Como puntualiza Kerstin, la comunidad de tejedoras va creciendo “lento, pero seguro” porque realizar este tipo de artesanías, tanto el tejer con telar de lizo rígido como tallar la madera para fabricar uno, relaja. “Tienes que concentrarte cuando estás tallando”. Es cuestión de animarse.