Por diversas circunstancias muchos de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos pensado cambiar de trabajo, de profesión e incluso, de ciudad. Una decisión que marea sólo de pensar y que sólo es apta para valientes, como Alexandra Theohari. “Yo venía de un entorno completamente diferente -cuenta la diseñadora-. Era profesora de inglés en una escuela pública y me encontraba dirigiendo un negocio en medio de una crisis económica muy dura”. Así, en 2016 Alexandra y su familia se trasladan de la ciudad de Tesalónica a la mítica Creta donde, en 2016 comienza su nueva andadura vital y profesional: la creación de su proyecto KLOTHÓ, una firma de moda y accesorios para mujer y de artículos de decoración. Productos atractivos, funcionales, atemporales y con ese estilo natural tan característico de los países que bordean el Mediterráneo.
La elección de la que antiguamente fuera centro de la civilización minoica no fue casual. “He estado familiarizada con la isla y su gente toda mi vida y también, tengo un vínculo de sangre con ella, ya que es el lugar de nacimiento de mi madre. Llevo muchos años pasando los veranos y las vacaciones de Semana Santa en la isla y tengo muchos recuerdos bonitos. Establecerse permanentemente es algo diferente por supuesto, pero Creta es un lugar mágico, no puedes escapar fácilmente de su energía. Es un lugar donde todos regresan. Fue muy fácil para mí integrarme y reiniciar mi vida aquí”.
Los vestidos de KLOTHÓ son funcionales, atemporales y elegantes.
Para su marca, Alexandra eligió el nombre de KLOTHÓ, una de las tres Parcas e hijas de Zeus, que según la mitología griega era la encargada de tejer la vida de las personas. Y el nombre es de lo más acertado porque uno de los puntos fuertes de la firma son los tejidos realizados artesanalmente en telares con mucha historia. “Utilizamos telares manuales de madera de cien años de antigüedad, que encontramos en antiguas casas de pueblo. Los restauramos y reemplazamos algunas partes faltantes. La técnica que utilizamos para nuestros tejidos se llama «triopatitiro» que en griego significa tres pedales, porque estos telares tienen tres pedales y el tejedor tiene la posibilidad de tejer la tela e inserta rel bordado al mismo tiempo. Utilizamos urdimbre de algodón y para la trama, usamos algodón, lino, viscosa o seda. Los telares de tamaños más pequeños también admiten hilos de lana para hacer alfombras”.
A la izquierda, la línea de bolsos y a la derecha, la joyería de KLOTHÓ.
Alexandra también lleva en la sangre el trabajar en el telar porque su abuela era una experta tejedora. “Todas nuestras experiencias, todas las personas con las que hemos vivido, todas las cosas que hemos visto, probado, olido, tocado, inevitablemente tienen una influencia sobre quiénes somos y qué hacemos. Mi abuela era una artesana muy hábil y ahora puedo entender cuánto me ha influido, aunque nunca pensé que yo podría ser tejedora cuando era joven”. Pero lo que verdaderamente le ayudó a meterse en la labor fue descubrir a las religiosa del Monasterio de Santa Irene en Rethymnos que la enseñaron cómo manejar la herramienta. “Trabajar con las monjas ha sido y sigue siendo una experiencia. Ellos fueron las primeras en enseñarme los conceptos básicos de tejido y siguen siendo mi apoyo cada vez que necesito consejos u orientación sobre cuestiones técnicas relacionadas con el telar”.
A la izquierda, tapetes artesanales. A la derecha, cojines. Ambos de la línea de hogar de KLOTHÓ
Fue en el Monasterio donde se le pasó por la cabeza la idea de utilizar telas tejidas en telar para la moda. Y el resultado es espectacular. Colecciones actuales, funcionales y favorecedoras de ropa y accesorios para mujer inspirados en los trajes folclóricos tradicionales griegos pero también, como dice Alexandra, “en los bordados cretenses, sus motivos y colores”. Con el tiempo, la firma ha ido creciendo. “Cambiamos y evolucionamos constantemente de muchas maneras, tanto como personas y como marcas pero la idea principal, el ADN de la firma, no ha cambiado. Nos mantenemos fieles a diseñar prendas elegantes, atemporales y artesanales”.
Cuentan también con una línea de hogar en la que es primordial el trabajo en el telar. “El tejido se expande en un mundo infinito de creación artística. Cada vez son más las personas que quieren algo especial para decorar sus interiores y estamos muy contentos de poder colaborar con cualquiera que quiera personalizar algo para su hogar”.
El taller de KLOTHÓ con sus centenarios telares
En el estudio de KLOTHÓ, Alexandra organiza talleres de nueve horas de duración para enseñar a tejer con telar. En el curso, los participantes aprenden a planificar su diseño, a elegir los hilos adecuados para la urdimbre y la trama, enhebrar el telar y manejarlo entre otras muchas cosas. “Es una experiencia realmente única trasladar tus conocimientos a personas que quieren iniciarse en la tejeduría artesanal y también es muy gratificante vivir y compartir el entusiasmo que sienten nuestros alumnos al finalizar los talleres”. Y, aunque por ahora no tienen pensado ampliar su catálogo con otras líneas… nunca se sabe: “Las marcas evolucionan y a veces, en las circunstancias adecuadas, decides dar el siguiente paso. Mientras tanto lo que deseo para mí y mi firma es mantenernos fuertes, inspirados y poder experimentar la magia de la creatividad”.