El Dirndl es el traje tradicional de Alemania más conocido merced al Oktoberfest, una fiesta popular muy extendida en todo el mundo por obra y gracia de la globalización. Lo malo es que por este motivo, se empieza a llamar internacionalmente al Dirndl (el traje tradicional femenino) y al Lederhosen (la versión masculina) como ‘el traje sexy del Oktoberfest’, y no es así.
El Dirndl procede del oeste de los Alpes, siendo un vestido que usaban las mujeres del campo. Con la llegada de la industrialización, el Dirndl empezó a verse en los núcleos urbanos gracias a que lo llevaba el servicio doméstico y muchas de estas profesionales, eran campesinas que habían llegado a la ciudad. A partir de 1870-1880, el traje pue adoptado por las clases pudientes y la aristocracia que lo renovaron con tejidos más caros como vestido de verano.
La (re)evolución del Dirndl
A partir de 1970 el Dirndl fue alcanzando popularidad -borrando así los estigmas del periodo de la II Guerra Mundial- y a partir de 1990, su fama siguió creciendo. Hoy se ha convertido en traje funcional y sugerente. El Dirndl actual se inspira en los originales de los siglos XVIII y XIX pero con muchas variaciones para adaptarse a los gustos y necesidades actuales por ejemplo, el uso de tejidos diversos, la disminución del largo de las faldas para deleite de las más jóvenes o en vez de dos piezas, se diseña como vestido.
A la izquierda, Cidália Amante-Policarpo en su taller. A la derecha, el modelo ‘Porto’, de Policarpo Trachten.
En los últimos años hay muchos diseñadores y firmas que han redescubierto este traje tradicional y han conseguido que el Dirndl sea un elemento altamente expresivo donde poder desarrollar su creatividad. Un importante ejemplo es Policarpo Trachten, una firma con sede en Mindelheim (Baviera, Alemania) cuya fundadora y Directora Creativa, Cidália Amante-Policarpo, reinterpreta el Dirndl fusionando la esencia del traje tradicional tirolés con las raíces portuguesas de la diseñadora. El resultado: unas colecciones femeninas, funcionales, versátiles y modernas.
Mantener la esencia…
Pero antes que nada, analicemos cómo es el Dirndl histórico. El traje consta principalmente de cuatro partes. La falda que tradicionalmente, llegaba hasta los tobillos de corte circular y plisado a la cintura. La falda suele incluir un bolsillo escondido debajo del apron o delantal. El corpiño es ceñido y de corte bajo, y suele ajustarse con corchetes o cordones. Los variados detalles suelen incluir cordoncillos, bordados o el típico ribete ‘Froschgoscherl’ (unos rosetones de tela estilo origami) alrededor del cuello para destacar el escote.
Modelo ‘Oleandre’, de Policarpo Trachten.
Las blusas están diseñadas específicamente para llevar con el Dirndl. Antiguamente eran de color blanco o negro, con manga abullonada y escote de forma de corazón o cuadrado que normalmente, se decoran con bordados y fruncidos. El apron (o delantal) antaño era meramente funcional. Es más corto que la falda y se ata con una faja grande en forma de lazo. Dicen que la forma de anudar el apron refleja el estado civil de quien lo lleva. así, si se lleva el lazo delante y a la izquierda, significa que la portadora está soltera y quiere conocer gente mientras que si se ata a la derecha, significa que la que lo lleva está casada o con relación por lo que no le interesa conocer a nadie.
…Pero con innovación
Hay muchos trajes tradicionales que no permiten renovarse ya sea por sus tejidos, los accesorios (en algunos de los casos imprescindibles), los bordados (muy elaborados) o las formas (demasiado incómodas)… Pero el Dirndl es un traje que invita a la experimentación. “Existe, en mi opinión, una costumbre para cada época, y estas tradiciones pueden, o incluso deberían, evolucionar con el tiempo. Por supuesto, es bueno mantener ciertos detalles y hasta modernizarlos de lo contrario, la historia cesa en algún lugar. Creo que la moda no conoce límites, y si bien las tradiciones se preservan e importan en los museos, también debemos nutrir y mantener las tradiciones que nos han transmitido, desarrollándolas aún más y por lo tanto, valorándolas” En un vestido tirolés de Policarpo, por ejemplo, se ha querido hacer un homenaje al traje tradicional clásico como en el cierre de gancho del corpiño o el lazo.
A izquierda y derecha, el modelo «Adora», de Policarpo Trachten.
La firma Policarpo Trachten se creó en enero de 2022 tras dos años de intenso trabajo y dedicación. “La filosofía de mi marca abarca tres puntos personales esenciales -comenta Cidália-. El primero, romper una tradición estancada hasta la fecha, a través de una mezcla de culturas que refleje nuestra cosmovisión actual. El segundo, la adaptación a la imagen actual de la mujer porque la mujer moderna es segura e independiente y ya no necesita los elementos obsoletos del traje tirolés, que satisfacían las necesidades de las generaciones anteriores, como el escote pronunciado o la función doméstica del delantal. Y tercero, apostar por un diseño variable, una prenda que pueda utilizarse en muchas ocasiones cambiando simplemente los lazos con cinta de colores”.
Un lienzo en blanco
El diseño innovador de los trajes tradicionales de Policarpo Trachten se caracteriza por una interpretación elegante del espíritu femenino de la época, rompiendo con los convencionalismos tradicionales. “Está cada vez más entrelazado con las tendencias actuales en cuanto a colores y tejidos. Me atreví a alterar significativamente el corte familiar. Mi enfoque implicó darle al vestido un movimiento claro y exponer la espalda, mientras ajustaba modestamente el escote. El vestido fue diseñado para usarse con o sin blusa. Los lazos, fácilmente extraíbles, permiten llevar el vestido de forma sencilla, sin cinturón ni cinta”. De esta forma, sus diseños rompen con las estrictas líneas de la ropa tradicional y dan a la creación un toque moderno pero con un toque folclórico.
En los Dirndl de Policarpo Trachten los tradicionales delantales se cambian por un elegante peplum.
Eso ha conseguido que sus trajes sean apreciados por mujeres de diversas generaciones. “Les encanta la historia que hay detrás de Policarpo Trachten y se sienten cómodas con él al instante, ya que se puede usar en múltiples ocasiones. Les anima a bailar o simplemente, les anima a vestirse”. Sus trajes además, cambian según los accesorios con los que se acompañen. “El pequeño Schösschen (basquiña o volante) se puede separar de la cinta con sólo tres botones. Así, los lazos de cinta de seda al cien por cien, se pueden elegir e intercambiar en varios colores. Esta es una característica muy llamativa”.
Cidália siempre ha sentido el impulso de alentar el cambio y la innovación en la industria de la moda. “Durante mis visitas a las fiestas tradicionales, rápidamente me di cuenta de que faltaba diversidad y dinamismo en la silueta. Las mujeres se estaban adaptando a roles obsoletos, a pesar de nuestras duras batallas por las percepciones modernas”.
Un reflejo de la sociedad
Está claro que, cuando las culturas se funden, surgen propuestas interesantes. Y eso es lo que le inspiró a Cidália. “Los viajes me influyeron. Conectarme con mis raíces, abrazar mis dos culturas y la oportunidad de expresarme con hermosas telas y colores”. Además, la figura de la mujer también despierta el lado creativo de la diseñadora. “La historia de las mujeres, desde sus roles como amas de casa y viudas después de la guerra, hasta las féminas independientes de hoy”.
El modelo «Lima», de Policarpo Trachten. En sus vestidos, los lazos pueden cambiarse por otro lazo de diferente color.
La esencia del traje tradicional del Tirol con toques de la cultura mediterránea ha creado una mezcla explosiva. “La fusión de influencias tradicionales bávaras y portuguesas, junto con otras mezclas culturales, es definitivamente posible y de hecho, necesaria. Esto refleja el tema predominante de nuestro tiempo, que nos preocupa en todos los sectores y también en la política. Promueve la aceptación y la diversidad en nuestra sociedad y por lo tanto, es de gran importancia”.
La sociedad europea actual está cambiando a pasos agigantados, la población no es la misma que en los siglos XVIII, XIX o principios del XX… La vestimenta tradicional actual responde a las necesidades de su población y, en algunos países ya es posible encontrar una versión del traje tradicional no binario o adaptado a la religión musulmana, por ejemplo, más recatada. “La moda siempre evoluciona con las necesidades de las personas y el espíritu de la época actual, y esto también debería suceder en paralelo con las tradiciones y su vestimenta para mantener a la moda y al espíritu de los tiempos en armonía”.
Policarpo Trachten. Maximilianstrasse 51. 87719 Mindelheim (Alemania)