El Street Art es sin duda, la corriente artística más relevante de nuestra época. Artistas llenan muros de todo el mundo con pensamientos, proclamas y expresiones diversas que reflejan las preocupaciones, las necesidades o las preferencias de la sociedad actual. Sí, el Street Art es el espejo donde refleja el devenir social, un medio transformador, y si actualmente existe una corriente mucho más sensible hacia la tradición, es normal que este sea un tema a tener en cuenta para muchos artistas.
Jonatan Carranza Sojo (su nombre artístico es Sojo) es uno de ellos. Nació en Madrigalejo, una localidad de la provincia de Cáceres (Extremadura, España), y se diplomó en Arquitectura Técnica aunque a partir de 1993, empieza a desarrollar su trayectoria en el graffiti. Sojo ha participado en Festivales de Arte Urbano como ESTAU (Estarreja, Portugal, 2024), Muro Crítico (Aliseda, 2024); Pitoresco (Vila Real, Portugal, 2023); 31330 (Villafranca, 2023); Proyecto Caminarte, AEXCID (Quito, Ecuador, 2022); Invasion (Plasencia, 2022); Das Artlon (Rheinberg, Alemania, 2022); Tons de Primavera (Viseu, Portugal, 2021); Barrioh (Huesca, 2019), Asalto Alfamén (Zaragoza, 2018), y eventos como la Cumbre del Clima (Madrid, 2019).



El artista urbano Sojo interviniendo un muro de temática tradicional en Los Realejos en la isla de Tenerife, España. (2025).
Pero hubo un hecho que le marcó en su trayectoria. “Entre 2012 y 2015 trabajé como arquitecto técnico municipal en mi pueblo. En este periodo, uno de los trabajos más gratificantes fue la creación del Museo Etnográfico Municipal, el diseño de la obra, pero también su museización con piezas y fotografías que donaron los vecinos -cuenta el artista-. Componer todo este universo cargado de historias me resultó apasionante y cuando decidí dedicarme de forma exclusiva al arte, las piezas de este museo terminaron por aparecer en los murales de temática de bodegón. Pero las piezas textiles tienen la particularidad de seguir vivas y salieron del bodegón para formar parte de mis retratos”.
Hiperrealismo a base de spray
En 2021 pintó su primer mural relacionado con la indumentaria tradicional. “Fue un ‘Pañuelo de cien colores’ en Madrigalejo, en el muro de una casa de la plaza de la Iglesia, incluyendo un antiguo portalón de madera dentro del diseño”. Aquello supuso un punto de inflexión en su obra. “Me interesa hablar de aspectos humanos, de emociones y por otro lado, tengo muy presentes mis raíces ligadas al mundo rural. Me interesa todo su universo. Quizás a través de la indumentaria tradicional he encontrado un punto de conexión de estos dos temas”.

El tradicional Pañuelo de cien colores interpretado en un muro de Madrigalejo (Cáceres) por Sojo, en 2021.
La gorra de Montehermoso, las bordadoras del Gordo, el traje de Torrecillas de la Tiesa… La indumentaria tradicional extremeña es rica, variada y única. Ver estos elementos reflejados en paredes de grandes dimensiones resulta impactante. “A nivel plástico, a la gente le llama la atención los bordados, cómo se puede llegar a dar la sensación de los hilos con un spray. Pero esto es mero dominio de la técnica”.
Aunque el aspecto que más le interesa a Sojo es el que tiene que ver con lo ritual, ya sea religioso o pagano. “A nivel antropológico, estas vestimentas que se usan en fiestas nos conectan con la parte más espiritual del ser humano, de tal modo que un personaje vestido de carnaval hurdano o con traje y gorra de Montehermoso, el espectador lo percibe un con matiz místico, con la capacidad del ser humano de trascender”.
La expresividad del traje popular
En los trabajos de Sojo son muy importantes las personas, sus rostros, sus emociones pero cuando dibuja un mural de temática folclórica también son relevantes los detalles de la ropa y el movimiento de las personas, las danzas. “La indumentaria está llena de formas, de colores, de materiales… de arte, en definitiva, y creo que tiene mucha capacidad expresiva. Un mismo objeto como la Gorra de Montermoso, puede transmitirnos diferentes sensaciones dependiendo de si se trata de la gorra de Gala, la Clavelera o la de Luto”.

Mural ‘Pendiente de media luna’ pintado por el artista urbano, Sojo en Salorino (Cáceres), en 2023.
Para quién no conozca este singular y emblemático sombrero del traje tradicional cacereño, la Gorra de Montehermoso tiene un significado especial dependiendo de quien la lleve. La de Gala o Galana, la usaban las mujeres más jóvenes y solteras. Tiene muchos adornos y un espejo en el centro. La Clavelera lleva menos aderezos y carece de espejo. Solían llevarla las mujeres de más edad, las casadas y las que tenían menor gusto por los adornos; mientras que la de Luto, con adornos en riguroso negro, la lucían féminas de cualquier edad y estado para guardar luto por algún familiar fallecido.
De lo urbano a lo rural
Los graffitis de temática tradicional son muy apropiados en la zona donde se viven esas fiestas o se visten esos trajes porque son reconocibles además de resultar muy positivos para revitalizar las zonas rurales, pero eso no es impedimento para que se aprecien también en paredes de grandes ciudades. “En el arte urbano se ha producido un viaje de ida y vuelta -comenta Sojo-. Esta corriente cultural surgió en las zonas urbanas con un contexto determinado y terminó por extenderse a las zonas rurales en las que el contexto era otro, dando pie a que apareciesen otro tipo de sensibilidades”.


Murales de Sojo en Cáceres en 2024 y en Gijón, Asturias en 2023.
Ahora, esta forma de entender el arte vuelve a la ciudad más enriquecida. “Se produce un encuentro entre lo urbano y lo rural, abriendo nuevas vías de diálogo. Así podemos encontrar arte urbano en las ciudades inspirado en sensibilidades rurales”. Eso sí, teniendo en cuenta algunos matices. “Para que los murales se entiendan y se integren, han de cumplir la máxima de estar contextualizados. Podemos hablar de indumentaria tradicional en una ciudad siempre y cuando exista una conexión de identidades”.
Otra sensibilidad es posible
En estos momentos estamos viendo que hay muchos artistas que echan la vista a la raíz para inspirarse y no tiene pinta de ser una tendencia pasajera… “Hay una delicadeza y conocimiento tras la indumentaria tradicional que la hace atemporal y es cierto que, en medio del frenético ritmo de vida actual, surgen voces reivindicando otro estilo de vida con tiempos más pausados y acciones más ligadas a la tierra. Puede que esta nueva corriente cultural ligada a lo tradicional, de la que se nutren muchos artistas, sea el reflejo del deseo de no dejarse llevar por la corriente”.


Murales cacereños pintados por Sojo en Torrecillas de la Tiesa (2025) y en Zarza La Mayor (2023)
Por lo pronto, un canal tan contemporáneo como es el Arte Urbano da visibilidad a la cultura tradicional llegando de forma más efectiva a jóvenes que no están muy en contacto con el folclore y que lo pueden concebir como algo antiguo. “Hablar desde los nuevos lenguajes contemporáneos de la cultura tradicional ayuda a dar visibilidad, pero sobre todo a repensar nuestras raíces y poner en valor lo genuino de cada cultura como sinónimo de riqueza”.
Si en el pasado las pinturas y las fotografías de personas luciendo el traje tradicional servían de instrumento antropológico para estudiar las tradiciones en un futuro, el graffiti también será un material valioso para los investigadores. “Será otra herramienta más -finaliza Sojo-. Pero hay que recordar que el graffiti es un buen reflejo del ser humano, efímero, y de lo que hacemos hoy solo quedarán fotografías y videos”.