Vestimos nuestros cuerpos y decoramos nuestras casas con telas de todo tipo y, aparte de su funcionalidad, en muchas ocasiones no solemos apreciar que los tejidos son importantes y que son capaces de describir el nivel cultural y económico de una sociedad. Y eso lo vienen haciendo desde el Paleolítico. Titania Fisher es Profesora de Arte y de Cultura Textil. En su Intagram Tales_in_thread ofrece sus particulares descubrimientos alrededor del mundo de los tejidos. Su pasión por los retales empezó a edad muy temprana “Siempre estaba más contenta cuando creaba manualidades. Me pasaba los días haciendo todo tipo de artesanías, masa de sal, papel maché y arcilla… ¡Lo que se me ocurriera! Una vecina me introdujo en el fieltro húmedo y al tejido en un pequeño telar cuando tenía alrededor de ocho años. En su cobertizo había una rueca por la que sentía mucha curiosidad. También visitaba a mis abuelas, que estaban siempre tejiendo o bordando. Más tarde elegí estudiar Diseño Textil en la Universidad, enriqueciendo aún más mi amor por los textiles y ahora, como profesora, puedo compartir mi pasión por la cultura de los textiles con los demás”.
Su trabajo se basa principalmente en la artesanía y en los tejidos tradicionales. “La mayor parte de mi trabajo lo creo a mano y algunos acabados, los realizo en una máquina de coser. Mi propio trabajo se centra en diseños de bordados a mano, con hilos de algodón sobre telas de lino, cáñamo y algodón, todas fibras naturales con las que también se elabora la ropa tradicional”.
Tejidos de Titania Fisher con importante valor cultural.
A Titania le apasionan los tejidos porque tienen un valor intrínseco en un mundo tan moderno y tecnológico. “Pueden mantener viva la artesanía tradicional, contar historias a través del simbolismo que llevan en sus adornos y encapsular un tiempo dentro de la historia”. Además, le fascina la diversidad de técnicas que se puede apreciar en los textiles y que podemos crear a mano a partir de la naturaleza: “por ejemplo, a partir de lana de oveja procesada a mano, se hila, se tiñe con colores de plantas naturales y luego se teje y se convierte en una alfombra de colores”. No hay límites, sólo los de la creatividad e imaginación del artesano.
Cultura textil europea
De norte a sur y de este a oeste, la diversidad textil europea es enorme. Entre los países más cálidos a los más fríos existen diferencias en tejidos, hilos, patrones o bordados que merece la pena estudiar y analizar con el fin de conservarlos para el futuro. “La diversidad de estampados, colores y técnicas que se encuentran en todo el traje popular europeo es increíble -dice Titania-. También se puede ver en ellos vínculos con la historia a través de los estampados que adornan sus telas. Por ejemplo, la invasión otomana en el área de los Balcanes. Hay similitudes en los símbolos utilizados dentro de los textiles como granadas, flores y motivos de estrellas eternas. En un reciente viaje de estudios, me impresionó la rica belleza de los textiles rumanos. El arte de tejer y bordar es audaz, brillante y está curiosamente relacionado con su herencia y valores culturales. Me encantaría volver a explorar este país en el futuro, ya que encontré los textiles, el campo y la gente muy inspiradores para mi propia práctica textil”.
Chaleco bordado de Rumanía y ejemplo de ropa de trabajo antigua en Gran Bretaña.
De Gran Bretaña, su país de origen, Titania valora mucho los tejidos con historia relacionados con el trabajo. “Me encanta la tradicional tela plisada fruncida sobre lino pesado que se vestían para las labores agrícolas. Son prendas sencillas, hechas a mano, que narran la vida rural. Mi padre, por ejemplo, es fabricante de sidra en Norfolk y tiene algunas batas tradicionales y las usa cuando está haciendo una demostración de prensado de manzanas en espectáculos rurales”.
Lamentablemente, muchos de estos tejidos están desapareciendo por múltiples factores: desde el cierre de talleres hasta la falta de relevo generacional de artesanos pasando por la llegada de tejidos industriales procedentes de Asia o la despoblación de las zonas rurales. Ante este nefasto panorama, Titania apuesta por la educación. “Es extremadamente importante promover los textiles tradicionales y su herencia entre las generaciones más jóvenes. Siento que es imperativo que conozcan estos tejidos y que se les muestren de una manera inspiradora y perspicaz, para que se sientan motivadas a preservarlos. Desafortunadamente, razones financieras atraen a un gran número de jóvenes del campo a la ciudad en los países europeos, que ya no tienen el tiempo o el deseo de sentarse con sus madres o abuelas para aprender las técnicas textiles tradicionales”.
Muestras de bordado floral realizados en el taller de Titania Fisher.
A pesar de la desmotivación, hay muchos jóvenes emprendedores que han preferido hacer el camino contrario y deciden volver a sus lugares de origen para dedicarse a la artesanía. Algunos de ellos, se centran en la creación de tejidos en el telares no mecánicos. “Esto es extremadamente importante. Siento que las personas todavía están motivadas para trabajar en estos telares antiguos, les darán un toque contemporáneo a los diseños y tendrán una mayor conciencia de cómo promocionar su trabajo online y vender estos textiles en un mercado moderno, aumentando aún más la necesidad. También he notado que, desde la pandemia, las personas están valorando la importancia de vivir una vida más holística, una mayor conciencia sobre su salud mental y lo que es realmente importante en la vida. Los telares encapsulan todo esto, ya que su trabajo es metódico, repetitivo, lento y enriquecedor”.
Ante la desaparición de técnicas artesanales, Titania pone su granito de arena para que esto no ocurra y, periódicamente organiza talleres centrados en saberes ancestrales. “Mis talleres promueven culturas, valores, historias y procedimientos textiles tradicionales del mundo. Organizo los talleres para que sean una mezcla de técnicas clásicas con un toque contemporáneo. Creo nuevos proyectos textiles que son accesibles dentro de la duración del taller pero que incluyen métodos y motivos tradicionales de bordado popular. Algunos talleres anteriores que he realizado han sido, por ejemplo, un proyecto de collar folclórico húngaro Matyo bordado a mano, y tapices navideños con espejos de shisha india”.