Hace un tiempo os hablé del Bollenhut, un sombrero de fina paja blanca decorado con once pompones de lana rojos o negros, característico de la Selva Negra alemana. Pues bien, hoy os vengo a hablar de Kirnbach Kurrende, una asociación cultural situada en Wolfach- Kirnbach (Alemania) en la que participan personas de múltiples edades. “La Kirnbach Kurrende está activa desde hace casi 60 años. El objetivo del club es entretener al público con bailes folclóricos tradicionales y cantar en el coro. Además, también participamos en desfiles con la vestimenta tradicional para los turistas y personas interesadas”, cuenta Susanne Schulz, desde Kirnbach Kurrende.
Mujer ataviada con el traje tradicional donde se puede apreciar el Bollenhut y el Goller con más detalle.
El traje local es protagonista no sólo en las actividades que organiza el club sino también se ha convertido en un reclamo de la localidad. Por ejemplo, en la entrada de Kirnbach, se puede admirar la instalación al aire libre titulada «El Original», obra del diseñador y artista Jochen Scherzinger y consiste en imágenes de personas ataviadas con trajes tradicionales de Kirnbach, con el objetivo de identifica la localidad como una de las comunidades originarias del llamativo Bollenhut.
Símbolo identitario
Además de la popular tarta Selva Negra (un irresistible atractivo para golosos), el Bollenhut se ha convertido en otro reclamo turístico. “Quien lee o escucha hablar sobre la Selva Negra, quizás se imagina inmediatamente el Bollenhut, porque se ha convertido en un símbolo mundial de esta región. Sin embargo, probablemente pocos sepan que sólo es típico de tres comunidades de los valles de Kinzig y Gutach”, apunta Susanne.
Artesanas explicando la fabricación del Bollenhut a los curiosos.
Aún existen artesanos especializados en fabricar Bollenhut, algo que es muy importante destacar. “En nuestro valle de Kirnbach trabaja Waltraud Kech, una artesana que realiza el Bollenhut de forma tradicional ya que lo ajusta a la forma de la cabeza de la mujer porque trabaja con un yeso”. Lamentablemente, actualmente no hay talleres donde se enseñe a realizarlos. “Es demasiado complicado construir un Bollenhut -cuenta Susanne-. Es un largo proceso de aprendizajes. Hasta adquirir las habilidades necesarias para construir un Bollenhut hay un camino de muchos fracasos”.
A la izquierda y a la derecha, la exposición instalada en el antiguo Ayuntamiento de Kirnbach.
Una de las atracciones turísticas alrededor de la indumentaria tradicional es la exposición de trajes tradicionales instalada en el antiguo Ayuntamiento de Kirnbach. Desde septiembre de 2021, numerosos colaboradores han preparado dos salas. En esta exposición, se muestra cómo es y cómo se usaba el traje tradicional. Además del conocido traje de Bollenhut, con el sombrero con pompones rojos (para las mujeres solteras) y negros (para las casadas), se puede ver las diversas costumbres asociadas al traje histórico. En antiguos armarios de granja se exponen diversas piezas como Goller o medias.
No sólo Bollenhut
Tal es la popularidad del sombrero, que ha conseguido ensombrecer el traje en su conjunto, y eso a pesar de que tiene elementos muy interesantes que destacar. “Por supuesto, el Bollenhut eclipsa todo el vestido. Es lo más llamativo de él -comenta Susanne-. Pero esto no importa, ya que las personas que están familiarizadas con el traje y la tradición, son muy conscientes del valor de todo el traje”.
Un Goller de color morado con bordados hechos a mano.
Como piezas destacadas está el Goller, una especie de sobrecuello bordado a mano con dibujos especiales. Las mujeres solteras y los niños, lo llevan de color morado. Sobre la camisa de algodón blanco de amplias mangas abullonadas se coloca el corpiño de terciopelo negro con flores de colores bordadas. Las medias confeccionadas en lana de angora blanca es otro de los elementos destacados. Y no hay que olvidar la cofia que va debajo del Bollenhut. “Está realizada en tela negra estampada con tul y se fija ingeniosamente al sombrero”, explica Susanne. La gente usa el vestido para los días festivos religiosos, como la Confirmación y el Festival de la Cosecha. Y aunque antes era más habitual, “Hace mucho que no se celebra una boda con el traje tradicional”.
El traje masculino no es tan llamativo como el femenino. “Los hombres visten ropas muy sencillas pero también tradicionales -cuenta Susanne-. El traje consta de pantalones negros y camisa blanca, un chaleco de terciopelo negro y un abrigo hasta la rodilla también de terciopelo”. Una corbata negra y un sombrero de terciopelo son los accesorios que completan el traje masculino.